MI PRIMERA CLASE DE BAILOTERAPIA

Para comenzar cabe recalcar que vengo de una familia que ama el deporte, mi madre es instructora de bailoterapia y acondicionamiento físico mientras que mi padre es un amante del fútbol. Es inevitable sentir esa gran pasión por la actividad física, por este motivo cuando cumplí mis 18 años decidí ingresar en un curso de bailoterapia ya que mi mamá necesitaba ayuda en su trabajo. Cuando finalicé la capacitación, mi primera sesión la realice en VITALGYM, un gran gimnasio ubicado en el norte de la ciudad de Quito, sector El Condado. 

Mi clase de bailoterapia la prepare con anticipación, contenía alrededor de 14 pistas de diversos ritmos y una duración de 57 minutos. Al momento de comenzar la clase asistieron 23 personas de diferentes edades y con muy buena energía para hacer ejercicio. Me sentí muy nerviosa y sentía pánico escénico pero al empezar a bailar y sentir la confianza de los asistentes tuve mucha fuerza con o que demostré todo la capacidad y lo aprendido en mi curso de capacitación.