MALAS EXPERIENCIAS
El ser instructor de bailoterapia no es algo sencillo empezando desde que necesitas una gran capacitación para poder ejercerla correctamente, además debes estar preparado para aceptar que cada persona es diferente y no a todos les va a gustar tu labor. Es por esto que les comparto una de las peores experiencias que tuve al dar una sesión de bailoterapia.
La peor clase que dí tuvo lugar un día martes del mes de enero. Todo empezó cuando al iniciar la sesión no hubieron muchas alumnas como era de costumbre, así que empecé la sesión con alrededor de 6 asistentes. Entre las chicas que se encontraban en la pista de baile habían tres chicas que solo se dedicaban a reírse y a criticar mis pasos de baile, como producto a esto me sentí muy confundida así que todas las coreografías que tenia planeado hacer no las recordé. En ese momento solo quería que culminara la clase he irme a mi casa, fue la peor experiencia de mi vida.
La peor clase que dí tuvo lugar un día martes del mes de enero. Todo empezó cuando al iniciar la sesión no hubieron muchas alumnas como era de costumbre, así que empecé la sesión con alrededor de 6 asistentes. Entre las chicas que se encontraban en la pista de baile habían tres chicas que solo se dedicaban a reírse y a criticar mis pasos de baile, como producto a esto me sentí muy confundida así que todas las coreografías que tenia planeado hacer no las recordé. En ese momento solo quería que culminara la clase he irme a mi casa, fue la peor experiencia de mi vida.
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